Tras las Navidades, los dentistas recibimos un aluvión de visitas: piezas fracturadas, empastes caídos o brackets que se mueven de su sitio son las consultas habituales, aunque si no cuidas tu boca durante las fiestas, estás allanando el terreno para futuras caries y enfermedades periodontales.
Las fiestas y el consumo de alcohol invitan a los excesos, y estos afectan también a lo que una boca sana puede resistir. Vamos a ver qué debes hacer para disfrutar de los placeres navideños sin descuidar tu salud bucodental.
Refuerza tu higiene dental
Este es nuestro primer consejo, dado que vas a estar picoteando o tomando bebidas ácidas, frías, alcohólicas o todo a la vez cada poco rato.
Lleva contigo un minikit de limpieza bucal y no dudes en cepillarte los dientes y usar un poco de colutorio tantas veces como lo necesites.
Cuidado con los dulces
Además del problema para el esmalte que supone el consumo de alimentos ricos en azúcares si tras su ingesta no cepillas los dientes e insistes en los espacios interproximales, los dulces navideños pueden ser dañinos en otros sentidos.
Los dulces más duros son responsables de fracturas en piezas debilitadas por empastes o descalcificaciones, y pueden darte otro disgusto si te van soltando los pernos de las endodoncias: cuando la pared de la raíz se rompe o se vuelve demasiado frágil, ya no hay forma de volver a cementar ese perno y lo que toca es colocar un implante (con una nueva corona).
Los dulces pegajosos tienden a desplazar brackets y a soltar empastes. En este último caso, podrías no darte cuenta, por lo que lo mejor es hacer una visita a tu odontólogo de confianza en enero, para comprobar que todo esté en orden.
Evita las bebidas muy frías y muy calientes
En especial si tienes sensibilidad dental. Las bebidas y alimentos calientes tampoco son buenos para las mucosas y, por tanto, para la salud de las encías.
Cuidado con el alcohol y bebidas ácidas, también atacan el esmalte
Elige bebidas de baja graduación o, al menos, enjuaga tu boca nada más terminar la consumición. En cuanto a las bebidas más ácidas, reduce su acidez con un chorro de agua o bien espera unos 20-30 minutos y procede a cepillarte la boca.
¿Por qué este margen de tiempo? Para no caer en el uso de un cepillo de viaje, tal vez con cerdas duras, cuando el esmalte se encuentra más debilitado. Si tu cepillo de emergencia, ese de tamaño reducido que cabe en cualquier parte, tiene las cerdas suaves, sí puedes cepillarte al terminar la consumición sin miedo. Y, si deseas una protección adicional, pásate en estas fechas a una pasta para dientes sensibles o con descalcificaciones, aunque no las necesites el resto del año, porque todo suma.
Si hay un accidente, no esperes a enero
Si se te fractura una pieza o se cae un perno, solicita una consulta de inmediato para evitar problemas como el inicio de caries o el desplazamiento de las piezas contiguas.
Las fiestas navideñas ponen a prueba la salud de tu boca y tu capacidad para cuidarla en todo momento. Turrones por aquí, bebidas azucaradas y ácidas por allá, alcoholes y mucho picoteo no solo pasan factura a tu silueta.
No se trata de dejar de disfrutar o de privarse de algunos dulces típicos, sino de hacerlo causando el menor daño posible, siguiendo estos cinco consejos válidos para todo el año.
