Para mantener nuestra boca en buen estado y gozar de una buena salud bucodental es muy importante tener una adecuada higiene oral diaria y haciendo uso de los productos apropiados, como por ejemplo, el hilo dental o los cepillos interdentales para llegar a los rincones que no alcanzamos sólo con el cepillado. También conviene recordar la importancia de acudir a revisiones con tu dentista y realizarse al menos una limpieza profesional al año para eliminar la placa acumulada de manera profunda y así evitar futuras complicaciones. En lo que se refiere al cuidado del aspecto y salud de nuestros dientes, no cabe ninguna duda acerca de los beneficios del flúor, pero hay que tener cuidado, pues usarlo en exceso puede ser perjudicial. Te contamos todo acerca del flúor a continuación.
¿Qué es el flúor?
El flúor es un mineral natural que se encuentra en el agua, en las plantas, en las rocas y en el aire, y también en nuestros huesos y dientes. En algunos países incluso se agrega cierta cantidad de flúor a los suministros públicos de agua, lo que se conoce como fluoración del agua, y también encontramos flúor en algunos alimentos y bebidas. Sin embargo, el flúor que obtenemos a través de la alimentación tiene un efecto sistémico, es decir, pasa al torrente sanguíneo y actúa en todo el organismo, mientras que el flúor dental es aquel que se aplica directamente sobre el esmalte de los dientes para fortalecerlo.
Beneficios del flúor para los dientes
El flúor cumple principalmente tres funciones en nuestros dientes: fortalece el esmalte, actúa contra el crecimiento de las bacterias y remineraliza la capa de esmalte dental. Está demostrado que el flúor reduce la probabilidad de sufrir caries en más de un 50%, gracias a su efecto antibacteriano. A raíz de los tres beneficios principales ya mencionados, el flúor nos ayuda a:
- Tener una buena formación y aspecto dental.
- Evitar la inclinación durante la erupción dental, lo que favorecerá un correcto alineamiento de los dientes definitivos.
- Reducir la acumulación de placa bacteriana y la formación de sarro.
- Reconstruir el esmalte debilitado y revertir los primeros signos de una caries.
- Reducir la gravedad de enfermedades periodontales.
Precauciones a la hora de utilizar flúor
A pesar de los grandes beneficios del flúor para mantener la salud de nuestros dientes, usarlo en exceso puede ser perjudicial. Uno de los efectos adversos más comunes es la intoxicación de flúor o fluorosis dental, que provoca manchas marrones, grises o blancas opacas en los dientes y debilita el esmalte, aumentando el riesgo de padecer caries. Esto es más frecuente en niños de entre 6 y 8 años que aún no han cambiado por completo su dentadura y además son más propensos a tragarse la pasta de dientes. Si el exceso de flúor viene de la dieta, nos encontramos ante dolor y rigidez articular, así como una posible calcificación de los ligamentos.
Un déficit de flúor también resulta dañino para nuestra salud, ya que la falta de este mineral debilita el esmalte dental, volviéndolos más propensos a sufrir caries, fracturas y debilidad ósea general, pero especialmente en la columna vertebral. No consumir una cantidad adecuada de flúor puede ser la causa de padecer osteoporosis a largo plazo, ya que el flúor ayuda a la formación y fortalecimiento de nuestros huesos.
La cantidad de flúor que una persona necesita puede varias en función de distintas variables, como puede ser la edad, la genética, enfermedades bucodentales previas y las características de sus dientes, por eso es necesario consultar con un profesional.
¿Cómo obtenemos el flúor?
Como ya hemos ido comentando a lo largo de esta publicación, el flúor lo podemos obtener de dos maneras:
- A través de la alimentación, es decir, al consumir agua fluorada o suplementos bajo recomendación médica. También encontramos flúor en alimentos como el marisco, el pescado, el té, frutas, verduras y hortalizas, y frutos secos, entre otros. Esta vía de obtención de flúor produce un efecto sistémico, es decir, en todo el organismo.
- A través de la aplicación directa sobre el diente, pudiéndose utilizar en todas las etapas de la vida. Es especialmente importante su uso en etapas de mayor riesgo de padecer caries o enfermedades periodontales, como la infancia, la adolescencia, el embarazo o en personas con diabetes. Esta aplicación tiene un efecto tópico, lo que significa que sólo actúa sobre los dientes.
La fluoración tópica se puede obtener mediante el cepillado con dentífricos con flúor y el uso de enjuagues, pero también podemos acudir al dentista para realizarnos un tratamiento específico con flúor en gel si las probabilidades de desarrollar caries son elevadas. Las mejores formas para asegurarnos de estar consumiendo una cantidad apropiada de flúor son mediante el consumo de agua potable fluorada y el cepillado diario con pasta de dientes con flúor.
Sigue las indicaciones de un profesional
Con toda esta información nos queda claro que el flúor es un mineral muy importante para asegurar el correcto funcionamiento de nuestro organismo y el bienestar de nuestros huesos y dientes, lo que afecta directamente a nuestro estado de salud general. Sin embargo, no debemos ignorar los peligros de excedernos en el uso del flúor, por eso, si tienes cualquier duda acerca de este u otros temas relacionados con la salud bucodental, contacta con nosotros.
En Centro Premoden te atenderemos y ayudaremos con cualquier consulta y buscaremos la mejor solución para ti. Pide cita en nuestra clínica de Madrid llamando al 914 50 71 18. También puedes encontrarnos en Ávila, llamando al 918 31 60 27.