El herpes labial es de lo más común y, aunque no todo el mundo lo ha padecido, prácticamente todos conocemos a alguien que ha tenido uno alguna vez o de manera recurrente, ya que tiende a reaparecer. A pesar de ser algo tan frecuente, existe mucho desconocimiento alrededor del herpes labial, sus causas o cómo tratarlo.
Normalmente hablamos de lo que como dentistas podemos ofrecer a nuestros pacientes, como por ejemplo las ortodoncias, pero también queremos asegurar que contáis con los conocimientos y herramientas necesarios para cuidar vuestra salud bucodental en casa, día a día. A continuación, trataremos de resolver las dudas más comunes acerca del herpes labial, tanto para quienes ya lo han sufrido en alguna ocasión como para quienes han tenido la suerte de no haber tenido nunca uno.
¿Qué es el herpes labial?
Tal y como su nombre indica, aparece en el labio o alrededor de ellos, y se trata de una infección viral frecuente que se manifiesta en forma de ampollas, popularmente conocidas como calenturas. Estas ampollas producen dolor y molestias, además de ser antiestéticas y formar una costra cuando se están curando. Es frecuente confundir los herpes con las llagas, pero la diferencia fundamental es que las llagas o aftas son blancas o amarillentas y pueden aparecer en cualquier parte de la boca.
Síntomas del herpes labial
Algunos síntomas del herpes labial son muy visibles, como las ampollas en sus distintas fases, pero otros pasan inadvertidos o pueden confundirse con síntomas de otras patologías. Las fases de aparición de un herpes son las siguientes:
- Hormigueo o picazón: es muy común que las personas experimenten cierto hormigueo, quemazón o picazón en los labios el día previo a que aparezca un pequeño punto duro y doloroso. Aquí aún no es visible el herpes.
- Inflamación y enrojecimiento de la piel alrededor del herpes. Este es el primer signo observable del herpes.
- Ampollas: comienza a aparecer un grupo de pequeñas ampollas llenas de líquido y la molestia aumenta.
- Secreción y costras: las ampollas se explotan y dejan una herida abierta poco profunda, por lo que se forma una costra para terminar el proceso.
Si es la primera vez que padeces un herpes, también puedes experimentar fiebre, dolor de encías, de garganta, de cabeza o musculares, e inflamación de los ganglios linfáticos.
Causas del herpes labial
El herpes labial está causado por el virus del herpes simple tipo 1 o VHS-1 y se transmite a través del contacto directo con la saliva o un herpes activo. Lo más común es que aparezca por primera vez en niños o antes de los 20 años, por haber compartido vasos, cubiertos o pajitas, toallas o haber dado un beso. Una vez se cura el herpes, el virus permanece de por vida inactivo en los tejidos nerviosos de la cara, por eso es frecuente que reaparezca y que además lo haga siempre en la misma zona.
Estos son algunos de los motivos que provocan la activación del virus y la aparición de un nuevo herpes:
- Estrés, cansancio o enfermedad: estas circunstancias favorecen la bajada de defensas y, por tanto, el desarrollo de cualquier virus.
- Cambios hormonales: la menstruación y el embarazo suponen periodos de riesgo para las mujeres.
- Bajas temperaturas: el frío y el viento secan y agrietan nuestros labios, aumentando las probabilidades de sufrir heridas en los labios donde se desarrollen los virus.
- Exposición al sol: los rayos ultravioletas dañan tanto nuestra piel como nuestros labios, por eso es importante protegerse del sol.
¿Es contagioso? ¿Cuándo deja de serlo?
El herpes es muy contagioso, especialmente en la fase de hormigueo y en la que las ampollas comienzan a supurar su líquido. Una vez se ha formado la costra, el herpes se vuelve mucho menos contagioso.
Es importante tener en cuenta que también puede ser transmitido a través de una persona que tiene el virus y no presenta ampollas visibles ni ningún otro síntoma.
¿Es peligroso el herpes labial?
Es muy poco probable que el herpes labial cause complicaciones, pero sí se pueden dar especialmente en aquellas personas con un sistema inmunitario debilitado. Algunas de las complicaciones más comunes son:
- Deshidratación: normalmente debido a que el paciente no bebe agua por las molestias en el labio y en la garganta.
- Panadizo herpético: esto es la extensión del herpes a otras partes del cuerpo por contacto con la piel.
- Queratoconjuntivitis herpética: consiste en una infección secundaria en los ojos que provoca que se irriten, pero se puede tratar con medicamentos antivirales.
- Encefalitis: es una situación muy poco frecuente, aunque peligrosa, y que tiene tratamiento, y supone la inflamación del cerebro.
¿Cuánto dura el herpes labial?
Si es la primera vez que tienes un herpes, este ha aparecido unos 20 días después del momento del contagio. Una vez se han formado las ampollas, éstas permanecen unos pocos días, pero el proceso completo de curación puede tardar hasta 3 semanas.
A partir de entonces y como ya hemos dicho, el virus permanecerá inactivo hasta que se den las circunstancias apropiadas para que vuelva a desarrollarse y, por lo general, los nuevos brotes son más pequeños y menos duraderos.
Cómo prevenirlo y cómo evitar que se propague
Como ya hemos mencionado, una vez se padece el herpes, este virus permanece de por vida en nuestros tejidos, por lo que es muy difícil estar completamente a salvo de él y prevenir su reaparición. Como conocemos algunas de las causas que favorecen su desarrollo, podemos intentar prevenir que se den estas circunstancias, por ejemplo reduciendo el estrés, tratando de dormir 7-8 horas diarias, haciendo deporte regular y seguir una dieta equilibrada, utilizando protector solar en los labios, manteniéndolos hidratados para evitar heridas, etc.
En caso de presentar un herpes, es nuestra responsabilidad evitar propagarlo y contagiar a otras personas. Para ello:
- Evita dar besos a otras personas si muestras signos de tener un herpes.
- Evita compartir tus cubiertos, vasos, servilletas, toallas y cualquier otro artículo de higiene personal.
- Mantén tus manos limpias.
- Evita tocarte zonas del cuerpo susceptibles de sufrir un herpes, como los ojos o los genitales.
- Ten especial cuidado si estás en contacto con recién nacidos o personas con inmunodeficiencias.
Cómo curar el herpes labial
La mayoría de los herpes labiales desaparecen en una o dos semanas sin necesidad de tratamiento, aunque existen medicamentos y pomadas que pueden acortar la duración del brote y aliviar las molestias. Recordamos que el virus no se puede eliminar ni prevenir apariciones futuras, sólo se puede actuar sobre sus síntomas.
- Cremas antivirales: sólo resultan efectivas si se aplican en cuanto aparecen los primeros hormigueos y debe aplicarse 5 veces al día durante unos cuatro o cinco días.
- Medicamentos antivirales y orales: pueden servir para acortar en gran medida la duración de un brote e incluso para pararlo. Estos medicamentos se recomiendan para pacientes con tendencia a brotes graves todos los años.
- Pomadas sin antivirales: estas pomadas se utilizan para aliviar los síntomas, sin acelerar el proceso de curación. Es importante lavarse bien las manos después de aplicarlas sobre el herpes y tampoco se deben compartir las cremas.
- Analgésicos, como ibuprofeno y paracetamol, para aliviar los dolores.
Existen remedios caseros que se pueden encontrar fácilmente por Internet. Sin embargo, debemos recalcar lo poco recomendable que es hacer caso de ciertas indicaciones, como por ejemplo el uso del alcohol, ya que actúa en contra del proceso natural de curación.
¿Tienes más dudas acerca del herpes labial? ¡Ponte en contacto con nosotros!
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