En Centro Premoden recalcamos una y otra vez lo importantes que son los buenos hábitos de higiene bucodental, así como las revisiones periódicas con tu dentista, porque, cuando descuidamos nuestra salud oral, podemos acabar sufriendo problemas con consecuencias irreversibles. Esto sucede porque no todos los tejidos se regeneran, como ocurre en el caso de las encías y los dientes. Cuando el esmalte dental se deteriora o daña, no es posible que se regenere, a pesar de ser el tejido más duro del cuerpo humano. Se puede remineralizar el esmalte dental para fortalecerlo, pero el tejido perdido no se puede recuperar.
Lo mismo sucede con las encías: una vez retraídas, no es posible que vuelvan a crecer y recuperen su estado previo. Por eso es tan importante conocer los motivos por los que podemos llegar a tener las encías retraídas y cómo se trata este problema para frenar su avance y mejorar nuestra salud bucodental. Te contamos todo a continuación.
¿Qué son las encías retraídas?
Como su propio nombre indica, las encías retraídas o recesión gingival, consiste en la reducción del volumen de las encías debido a un debilitamiento del tejido, lo que, progresivamente, va dejando expuesta la raíz del diente. Esta recesión es progresiva y afecta principalmente a los dientes anteriores, es decir, los que están al frente de la boca, y a los premolares. Conforme se reduce el volumen de las encías, podemos empezar a apreciar que los dientes parecen más largos o que se mueven ligeramente y, además, experimentamos mayor sensibilidad dental.
Si este proceso continúa, se pone en riesgo a los tejidos que rodean los dientes, comprometiendo su soporte hasta que las piezas dentales se caen. Por todo esto, tener las encías retraídas afecta gravemente a nuestra salud dental, pero también supone un gran impacto desde el punto de vista estético.
¿Por qué causas se tienen las encías retraídas?
Existen diversos motivos por los que podemos tener las encías retraídas, así que vamos a revisarlos:
Enfermedades periodontales
Debido a una higiene dental insuficiente podemos sufrir gingivitis, el primer estadio de la enfermedad periodontal. Si no lo tratamos a tiempo, este problema evoluciona a periodontitis, una enfermedad grave que provoca recesión gingival y, en última instancia, pérdida dental.
Cepillado dental agresivo
Cepillarse fuerte los dientes no es equivalente a cepillarse correctamente; es más, al ejercer una fuerza excesiva dañamos el esmalte dental, lo que debilita nuestros dientes, y también herimos las encías, lo que puede provocar su recesión progresiva.
Tabaquismo
El tabaco tiene graves consecuencias para nuestra salud en todos los niveles y, en cuanto a nuestras encías, el humo provoca que se inflamen y que con el tiempo tengan menor flujo sanguíneo. Esto aumenta la proliferación de bacterias, agravando las enfermedades periodontales. Además, la nicotina y demás sustancias tóxicas del tabaco estimulan la producción de caries.
Bruxismo
El bruxismo es un trastorno bastante frecuente que provoca el rechinar de dientes, lo que los va desgastando. Otra de sus consecuencias es la inflamación y debilitación de las encías, por lo que podría ser una causa de aparición de recesión gingival.
Una mala ortodoncia
El movimiento controlado de los dientes no provoca que las encías se retraigan. Sin embargo, sacar las piezas dentales de la tabla ósea puede ser un factor predisponente para tener futuros problemas en las encías.
Traumatismos o piercings orales
Los traumatismos o golpes en la boca pueden dañar seriamente nuestros dientes y también las encías, pudiendo llegar a provocar su recesión. Los piercings en la boca pueden generar desgaste dental y daño en las encías por el roce continuado contra las estructuras orales.
¿Cuáles son los tratamientos para las encías retraídas?
Aunque modificar nuestros hábitos puede mejorar nuestra salud oral, no se pueden curar las encías retraídas en casa con remedios caseros; es necesario acudir al dentista. Una vez el profesional haya valorado tu caso, elegirá el tratamiento más apropiado en función de la causa principal de la retracción de tus encías.
Educación en hábitos de higiene
Si las encías retraídas se deben a un cepillado agresivo o a la falta de higiene, el abordaje más adecuado consiste en reeducar a los pacientes en hábitos y técnicas adecuadas de higiene dental.
Profilaxis y curetaje
Para evitar la aparición de encías retraídas o para frenar su avance, es necesario acudir al dentista al menos una vez al año para realizarse una limpieza profesional y así eliminar cualquier acumulación de sarro que pueda haber entre diente y encía. Si el sarro ya ha penetrado y ha creado lo que se conoce como bolsa periodontal, será necesario recurrir a un curetaje para eliminar todas las bacterias de la encía y el tejido dañado.
Cirugía estética periodontal
Cuando nos encontramos con un caso avanzado de recesión gingival, se realiza una cirugía estética periodontal, ya sea un estiramiento de la encía, es decir, una microcirugía que estira parte de la encía para cubrir la raíz del diente, o un microinjerto de encía, que consiste en colocar parte del paladar a modo de encía. También se pueden aplicar materiales regeneradores, como tejidos de injerto o proteínas, que estimulen que el cuerpo restaure los tejidos dañados. Estos procesos son poco invasivos e indoloros.
Férula de descarga
Si la causa de las encías retraídas es el bruxismo, es necesario diseñar una férula de descarga, un protector dental para amortiguar la presión que se genera en los dientes debido al trastorno. De esta forma, protegemos dientes, encías y músculos.
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